Combatir la Cloramina, el enemigo de las piscinas

1 julio, 2016

La cloramina, uno de los derivados del cloro, es uno de los mayores enemigos de las piscinas.

Sales de darte un baño en una piscina comunitaria, en la de un hotel en el que estás de vacaciones, en la municipal de tu localidad… y ves que tus ojos están rojos y tu piel seca. Cuando esto ocurre, un comentario habitual es decir que esa piscina tiene demasiado cloro.

Pues resulta que la culpa no es en sí del cloro, sino de uno de sus derivados: la cloramina.

La misión del cloro es matar los gérmenes que pudiera contener el propio agua, a la vez que eliminar la materia orgánica y medioambiental que se haya introducido externamente: pelos, sudor, orina, polen…

Una vez el cloro ha hecho su función de desinfección, lo que queda en la piscina es el llamado cloro residual. Si realizamos un análisis del mismo, veremos que hay 2 tipos:

  • Cloro combinado con materia orgánica: Resultado de la oxidación de dicha materia con el cloro.
  • Cloro libre: Se trata del cloro que no se ha gastado y está listo para desinfectar nuevos gérmenes y oxidar la nueva materia orgánica que se introduzca en el agua.

El cloro combinado con materia orgánica son las cloraminas. Son totalmente ineficaces como desinfectante, generan el reconocible olor “a cloro”, y son causantes de la irritación en los ojos, piel seca e incluso si la exposición es prolongada, provocan afecciones respiratorias.

Los más expuestos a los efectos de la cloramina son los niños. La probabilidad de sufrir sus efectos aumenta cuanto más pequeño sea el niño, más tiempo se permanezca en la piscina, más agua de la piscina se ingiera, menos higiene personal se exija a los usuarios y mayor sea la temperatura del agua.

La única manera de evitar esto es cumplir con la legislación vigente. Ésta dictamina unos valores para el cloro libre de entre 0,3 y 0,7 ppm, mientras que marca que el cloro combinado no debe superar los 0,2 ppm.

¿Cómo se deben controlar estos niveles? Pues midiéndolos periódicamente.

  1. Medir el cloro total mediante un tester con reactivo OTO o DPD1+ DPD3 o DPD4
  2. Medir el cloro libre con un tester con reactivo DPD1
  3. Determinar el cloro combinado a través de la diferencia entre el cloro total y el libre.

En el caso de que el cloro combinado sea mayor de 0,2 ppm se podrá:

  • Realizar un tratamiento de choque usando cloro liquido o granulado
  • Utilizar equipos de electrolisis o desinfección ultravioleta.

La elección de la opción más adecuada y de la mecánica del proceso a seguir para eliminar las cloraminas depende de diversos factores, por lo que lo más adecuado es ponerse en manos de un profesional.

En Klinwass disponemos tanto de equipos que permiten analizar y medir la calidad del agua de la piscina, como de soluciones de ultrafiltración, dosificadores de cloro… Nuestro objetivo es suministrar todo lo necesario para garantizar las óptimas condiciones del agua y evitar cualquier riesgo para la salud.

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